martes, mayo 09, 2006

"Plazoleta d` cañu"

Plazoleta d` cañu (I-II)

Vamos a empezar en este lugar centro del barrio presidido en otro tiempo por la fuente de agua potable que por esa razón dio nombre al sitio: “Plazoleta d’ cañu”. Foro y lugar emblemático que permanece a través de los años para acoger a la "Folixa del barrio", cita anual que celebramos el último sábado del mes de Junio, dando vida de nuevo a la mítica plazoleta.
“Plazoleta d’ cañu”
En esta plazoleta sobresalía la casa de Ulpiano Lada y su esposa Amor Suárez, con sus tres hijos José, Isabelita, con su marido Alfredo Arias y sus hijas Mª Isabel, Mª Amor y Marian, y Eduardo, con su esposa Manolita y su hija Ana, estando asimismo el piso superior habitado por las hermanas de Amor, Julia y Tina y la planta baja por Constante el carpintero, con sus hijas Oliva, Maruja y Morina, posteriormente el esposo de esta Manuel, apodado (el Cordobés) trabajador de Fábrica de Mieres, y por último Luzdivina “La Riberana”

Seguidamente se encontraba la carpintería de Alfredo “el Frachuelu” que era hermano de las mencionadas Amor, Julia y Tina, Alfredo fue un hombre muy carismático dentro del barrio y de él se podrían contar numerosas anécdotas.
A continuación la casa de Manuel Menéndez y su esposa Trinidad Fernández que tenían cuatro hijos Josefina, José María, Jesús Manuel y Ángel, asimismo el marido de Josefina, José Sánchez (el Maño) y sus dos hijas María José y Margarita. Posteriormente en este mismo hogar, José Madera con sus hijas Maria Isabel y Ana Belén.

Para tu atención en este lugar,¡si!, aquí vivía una persona notable,
Trinidad Fernández, al igual que muchas mujeres de nuestra tierra que en la época gris y oscura de la posguerra vivieron situaciones extremas, aún así, esta mujer introdujo el resplandor y la gracia de una alegría natural traducida en canciones y simpatía que animaron las penurias propias y de sus vecinos. Viuda Trinidad y con cuatro hijos todos de muy corta edad, en los años mas tristes y miserables de nuestra reciente historia, multiplicó hasta el infinito su talento natural y con su capacidad de trabajo rayando en lo mítico, pudo superar un accidente que le dejó una mano prácticamente inútil.
Este es su extraordinario mérito, el reconocimiento y el afecto de sus vecinos por mantener y compartir su alegría a pesar de las duras condiciones y la lucha diaria por sobrevivir y sacar arriba a los suyos.
No nos quedaremos aquí a pesar del interés en esta historia.

Como consecuencia de la época (recién terminada la guerra civil) en la carpintería del Frachuelu todos los días al anochecer y tras finalizar la correspondiente dura jornada, se reunían el propio Alfredo, Manuel Menéndez, Federico Arranz, Monca, y algún otro vecino, al objeto de “arreglar” el País, dado que allí analizaban tanto las noticias que les llegaban, bien a través de Radio Pirenaica (había contados aparatos de radio en el barrio) como los comentarios vertidos en los correspondientes centros de trabajo, pues en aquellos tiempos las reuniones estaban totalmente prohibidas, y los bares por razones obvias tampoco eran los mejores lugares para cierto tipo de conversaciones, además la paredes tenían oídos, y las desagradables sorpresas estaban a la orden del día, por lo que dicho taller se convertía en carpintería de día... y congreso de noche.


Rincón del barrio de Oñón (1950)
Siguiendo el orden a continuación, Federico Arranz y María López (la avellanera) con sus tres hijos, Ángeles que era una gran cinéfila, pues conocía a todos los actores y actrices de la época, también tenía la casa llena de carteles anunciadores de películas, posteriormente estuvo unos cuantos años trabajando en Francia, donde regresó tras su jubilación, conservando toda su alegría y vitalidad, Margarita que también siendo muy joven se fue para Argentina, donde se casó y ejerció su carrera de medicina, y José Ramón apodado (el cesteru) con su esposa Araceli y su hija Marigel, finalmente los suegros de Pablo Borge.

2 comentarios:

Pili Zabala dijo...

Que buena y fresca salia el agua del "cañu". Con ella llené en varias ocasiones el cubo que mi tia Jesusa, (hija de Maria "la riberana", mi abuela) mantenia suspendido de un gancho en la cocina junto con el "cagilón" y que sólo se utilizaba para beber.

Una vecina me prestó un vestido de asturiana una prima unas "madreñes" y de ese modo vestida aparezco junto a la fuente del cañu en una foto que conservo con mucho cariño.

De eso hará más o menos 57 años, durante el primer viaje que hice desde Barcelona para conocer a la familia de mi madre y por supuesto también mia.

Mi pregunta és; ¿alguien se ha preocupado de conservar la fuente del cañu en algun lugar?

Marinina dijo...

MUJERES HEROÍNAS...

El ser humano tiene recursos para todos los tiempos que le toca vivir y, muchas mujeres, como esta singular Trinidad Fernández que aquí se nombra, supieron luchar para sacar adelante a sus pequeños hijos en tiempos difíciles, pudiendo dar alegría con su gracia natural a cuantos las rodearon... sin duda son verdaderas heroínas...parte importantísima en la historia de cada uno de nosotros. (mi madre, cuando se quedó viuda, fue también, sin duda, una de ellas.) Y en cuanto a derrochar alegría con sus animadas canciones, me admira recordar que nunca tanto se cantó como en aquellos difíciles tiempos que nos tocó vivir, pues cantaban las mujeres arreglando la casa, cantaban mientras lavaban la ropa en el lavadero, cosían la ropa y zurcían los calcetines de sus padres, hermanos o maridos... cantábamos muchísimo las niñas...y también los hombres, con sus asturianadas frente a frente en el chigre...en fin...creo que puedo asegurar que nunca tanto como entonces se cantó. Hoy en día es difícil escuchar un sólo canto por el patio de la vecindad a las mujeres que arreglan su casa... todos parecen estar más tristes, buscando donde no encuentran, porque donde buscan no está la felicidad...
De labios de Lola la de La Peña, viuda de guerra, con sus cinco hijos que alimentar y sin recursos, aprendí yo también canciones...y muchos, aun en medio de tanta precariedad, pudimos vivir en la alegría y la esperanza de saber que todos tenemos un Padre en el cielo, del cual, tuvimos sobrada ocasión de experimentar, que verdaderamente es Padre y protector de viudas y huérfanos en nuestro éxodo mundo adelante...

Sábado, 4 de agosto 2012