sábado, abril 22, 2006

Ultramar

la Escuela Nacional 
Pasando el puente sobre el río San Juan, otro rincón entrañable era el Ultramar, y allí estaban Maquinay y Divina la modista, con sus hijas Ángeles y Mercedes. luego Menéndez (un gran futbolista que jugó en el Caudal) y su esposa. La sigue Luis Cabeza con su mujer y sus hijos Luis (que era Militar) y otro que no recordamos su nombre, también Santiago Trelles con su familia,
A continuación (y con unos “Maestros” muy dignos de la época) estaba la escuela nacional de niños y el de niñas, en aquellos tiempos tenían que estar separados los unos de los otros, y allí aunque solo fuera a la entrada y a la salida, se juntaban a diario todos los niños del barrio en alegre convivencia.
Muy próximo Manolo (el carbonero) Pilar con sus hijos Maximino y Pili Pantiga, Fausto (gran jugador de bolos) y su esposa con sus hijos Quique y Quini apodados los “Chamacos” que destacaron como cantantes, sobre todo canciones Mexicanas que las entonaban tan bien que parecían auténticos “Charros”.

Luego Tomasín, que era fotógrafo, con su madre y su hermana Elenita, cerca Emilio Riestra muy polifacético pues era músico, pintor, artista de títeres etc, Isidro Hueso y su esposa Pepita con sus hijos Manolo Pepita y Luisina. Eladio y Rosina con sus hijos, Macario que era Militar con su esposa Consola y sus hijas, el matrimonio León (el Jurado) con su hijo José Vicente, asimismo Sandúa con su mujer y su hijo Joaquín, y Tino y Amparo con sus hijos Felipe y Tino. allí sobresalía el famoso llagar de sidra de la familia Antuña, que aunque era muy grande, se quedaba pequeño los días de las espichas
(También había dos señoritas, que Ramonin Antuña las había bautizado como las señoritas del “Parasismo”. Tenía su casa dando a la calleja de La Pantuxa; gozaban de un privado y cuidado jardín que tenía la pequeña mansión. Era la mejor construida y distribuida que por allí había. Las señoritas del Parasismo, vivían holgadamente de las rentas y las pensiones vitalicias que les habían dejado sus padres. Gastaban sombrillas para protegerse del sol, vestían meriñaque, se tocaban de sombrero de fieltro y eran de buen porte y exquisita educación. Terminaron marchándose para París, la casona luego fue hogar de Belloso que trabajaba en el Basculador de El Barredo y su esposa Trina)
Río San Juan, a su paso por Ultramar
Dando la espalda a Ultramar vivía Emérita con su hijo D. Juan Vicario, inolvidable maestro, director del Grupo Escolar Aniceto Sela y Joaquín F. Riesgo, chacinero de prestigio, que tubo que exiliarse en Madrid, por motivos políticos y vivió sus últimos años preocupado por lo difícil que se ponían las circunstancias. Fallecida su esposa y sin descendencia, el chalet y la pequeña finca que lo rodeaba, lo regaló a la joven que le atendió los últimos años, ahora lo adquirió el Ayuntamiento de Mieres y lo destina a refugio de los Jóvenes sin Hogar, o de difícil adaptación.
Destaca allí también la casa del Notario de Mieres, Don Justo Vigil, que vivía con sus hijas Elena y Carmina, casa que proyectó imprimiéndole un estilo asturiano el famoso arquitecto Teodoro de Anasagasti, que vino a Mieres con intención de dejar su sello plasmado en el nuevo urbanismo pero sólo tres muestras quedaron y se sostienen: la citada, las Casas Baratas y la Casa del Pueblo del Sindicato Minero que lideraba Manuel Llaneza Zapico. También aquí estuvo ubicado el Grupo de Empresa de Fábrica de Mieres

4 comentarios:

El Mierense dijo...

DESPUES DE ESTAR MIRANDO ESTA PAGINA CREO QUE EL ATUNTAMIENTO TIENE QUE DAROS UNA MEDALLA PUES NUNCA UN BARRIO DIO TANTO DE SI.
GELIN YES EL MEJOR.

El Mierense dijo...

GELIN YES EL MEJOR, ESTO YE PA NOTA. ME DAJANTE CON LO DE LES CALEYES ACOJANAU.

Marinina dijo...

Aquel viejo puente sobre el río San Juan, por el cual había que cruzar para ir desde mi casa, que estaba justo a la entrada de la caleyina frente a la casona de Vital Aza, hasta donde vivía Divina la modista, en las casas de Ultramar, a donde me llevaban para probarme los vestidos que ella me confeccionaba...Y yo, después, tenía verdaderas pesadillas y hasta terrores nocturnos, con aquel dichoso puente lleno de desconchones y agujeros, a través de los cuales, se veía discurrir el río San Juan, unas veces tranquilo, pero otras, embravecido y amenazador, según hubieran caído las lluvias...De cualquier modo el paso por este viejo puente hacía sentir vértigo a aquella pequeña niña a la que llevaban sus mayores, ausentes como estaban, inmersos en su propio mundo, de la tremenda angustia que su necesaria travesía le pudiera producir.

nacho dijo...

La Casa del Pueblo no es de Teodoro Anasagasti , la proyectó Manuel del Busto , autor también de la sede central del Banco Herrero en Oviedo , de la Casa Blanca en la calle Uría y del Centro Asturiano de la Habana , entre otros.